martes, 16 de noviembre de 2010

La muñeca de porcelana... Tercer cuento

Josué era pobre, sus padres había muerto hace un par de años a causa del sida y él y su hermana también se encontraban infectados por el virus del VIH, vivían en la capital de su país porque para ellos era más fácil conseguir algo de comida allí que en el pueblo del que procedían. Siempre había algún turista que se apiadaba de ellos y le daba alguna moneda, o que se los quitaba de enmedio con algo de comida para evitar que los molestasen más...

Estaba anocheciendo y Josué caminaba por el mercado de la ciudad, esperando a que los establecimientos cerrasen para acercarse a la basura y llevarle algo de carne o fruta a su hermana, que cada vez se encontrada más débil. En algunos cubos quedaba algo de fruta podrida asi que la cogió y la lió en una tela para evitar que otros chicos mayores la viesen y se la quitasen. Cuando salía del mercado un policia lo cogió y lo tiró al suelo, ya el el suelo este le dió una patada en la barriga... Josué mientras se preguntaba por lo ocurrido gritaba del dolor... Cuando abrió los ojos pudo ver que una señora lo señalaba a él.

-¡Es ese! ¡Es ese! Me ha robado delante de mis narices...

Lo que decía la mujer no era cierto, a él nunca se le había ocurrido robar a nadie, en muchos sitios te cortaban algún dedo por hacerlo y a Josué nunca se le habría ocurrido.
Si que era cierto que había pasado por el puesto de esa señora, y había mirado las cosas que vendía, entre ellas una preciosa muñeca de porcelana, de las que le gustaban a su hermana, le habría encantado poder comprarle una y verla sonreir...



El policía que le había pegado cogió la tela que llevaba en sus manos y la deslió, Josué vio como las manzanas podridas caían al suelo... después lo soltaron, no había sido él quien había robado en la tienda, pero antes de irse el policía pisó las manzanas con sus botas reduciendolas a puré.
Josué tardó en levantarse, pasarían otro día más sin comer, no sabía como iban a sobrevivir...

Después de haberles contado estos relatos, ¿conocen más cuentos que hablen sobre desinjusticias como estas?

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